lunes, 11 de julio de 2016

Depresión existencial en adolescentes con altas capacidades intelectuales. Cristina Silvente


Últimamente me estoy encontrando con casos de adolescentes o jóvenes con altas capacidades (algunas sin detectar, y empleo "algunas" porque son chicas sobre todo) por depresión, malestar emocional general, ansiedad. En otras ocasiones son adultos que tuvieron ese mismo malestar durante su adolescencia. O, incluso, que lo siguen arrastrando desde entonces.

En la recogida de información ya se ven algunos signos característicos: desarrollo precoz, las chicas suelen tener la mayoría buenos resultados académicos, les gusta aprender, profundizar, la mayoría han sufrido bullying en el cole (aunque entonces no se llamaba así), muy sensibles, odian las injusticias, han tenido o tienen problemas en la relación con los demás a causa de esas injusticias, de sentir que no encajan.

Es un malestar o angustia general, y a la vez, profundo. Buscando en la literatura se le ha denominado "depresión existencial". Aunque no es una depresión desde el punto de vista psicopatológico. Si no se interviniera, a lo mejor sí podría acabar en una depresión. A veces es una crisis de la que se puede salir fortalecido o un cuestionamiento filosófico permanente.

La Depresión Existencial se refiere a una percepción de la vida, a los pensamientos sobre el mundo y su lugar en él. Al sentido de la vida.

Son jóvenes que se caracterizan por una gran intensidad, son sensibles e idealistas. Pueden ver las inconsistencias y absurdidades en los demás (en sus valores y en su comportamiento). Pueden verse a sí mismos como una insignificancia e inútiles para solucionar los problemas, ya que son capaces de ver la magnitud de todo.

La adolescencia es una etapa donde se va desarrollando el estar en el mundo, se mira hacia el futuro (y los adultos, el sistema educativo les empujamos cada vez más pronto a decidir sobre él). Aparecen preguntas sobre la muerte, la libertad, la soledad, la falta de sentido.

Necesitan ponderar, cuestionar, analizar, reflexionar. Conocen las posibilidades de cómo pueden llegar a ser las cosas, por ello tienden a ser idealistas. Y, a la vez, pueden llegar a darse cuenta de las pretensiones, arbitrariedades, insinceridades, absurdidades del resto. Pueden ver las tradiciones sin sentido o injustas.

Algunos adolescentes se pueden sentir totalmente alienados. Puede haber mucha frustración. Pueden tener dificultades en hacer elecciones en cuanto a su formación, especialmente si les apasionan varias cosas a la vez, o si se sienten muy abrumados por toda la información y situación existente.

Aparte de estos factores propios de la Alta Capacidad en sí, hay otros que solemos obviar. Y es la presencia de mucho Trauma en estos chicos y chicas. Por un lado, las estadísticas nos dicen que las personas con Altas Capacidades tienen más probabilidades de sufrir bullying en el colegio y mobbing en el trabajo, que el resto de personas. Y así es mi experiencia en consulta. Y ese Trauma se tiene que trabajar. Primero se empieza por entender qué es normal tras sufrir una experiencia dura. Y qué es normal en personas como ellos. La gran mayoría tiene una alta sensibilidad. Esto hace o que sufran mucho, o que construyan una especie de barrera para protegerse de todo que les haga parecer todo lo contrario: insensibles. Lo que me encuentro siempre es un sentimiento de "soy la rara o el raro", "soy el que tiene el problema", "me tengo que adaptar y no puedo", "soy débil", o, como se dice ahora "no sé gestionar mis emociones".

Buena parte de las visitas me dedico a normalizar y validar lo que sienten y quienes son. A veces soy la primera persona que les habla de Altas Capacidades, otras vienen con un diagnóstico, detección o informe, pero a pocos se les ha hablado de esta parte emocional, de esta parte existencial: quien soy, como soy, por qué reacciono así, qué hago aquí, qué quiero hacer en mi vida. Muchos han recibido críticas o mensajes negativos repetitivos a lo largo de su vida sobre ellos mismos: demasiado complicados, demasiado intensos, demasiado de todo...He de decir que la mayor parte de las veces sólo con eso sienten un gran alivio. Y eso baja mucho el malestar. Sin embargo, otras veces tengo que confesar que es así el mundo, les comparo con alguna película como "Matrix" o "Divergente", e intento hacerles reflexionar sobre su parcela de mundo y sobre lo que sí pueden hacer. Intento mostrarles para qué sirve esa alta sensibilidad y cómo se puede enfocar (en actividades o profesiones que la requieran, de ayuda a otros, por ejemplo), cómo evitar la sobreestimulación o cómo compensarla. Y entonces trabajamos situaciones o experiencias que han sido duras. Las personas con Altas capacidades suelen trabajar muy bien con terapias de neuroprocesamiento, pero los niños y adolescentes suelen trabajar mucho más rápido, para lo bueno y para lo malo. Su cerebro trabaja veloz todo él, y eso tiene en cuenta también su cerebro emocional (el sistema Límbico) y su cerebro más primitivo (el llamado cerebro reptiliano). Puede conectar rápidamente y con gran impacto con sensaciones y emociones desagradables y dolorosas. Por eso debemos ser cuidadosos.

A veces me encuentro con barreras que son mucho más difíciles de trabajar en consulta: la propia familia, el centro educativo y el centro deportivo o de actividades extraescolares. Generalmente la familia que viene está muy implicada y al explicarles también la normalidad de estos chicos, ellos también sienten mucho más alivio. Pero alguna vez me he encontrado con familias a las que no he sabido transmitir la importancia del sentirse bien con aquello que hacen, y han impuesto unos estudios o una forma de vida para el joven. Si la familia entiende y valida ya tenemos gran parte del trabajo hecho. Los centros educativos de secundaria están aún lejos de atender las Altas Capacidades y poder realizar verdaderas adaptaciones curriculares y esto lleva mucho sufrimiento a los jóvenes. Y si los centros educativos están lejos, los clubs deportivos más todavía. Algunas chicas que he tenido en consulta han sido o son deportistas de competición. Necesitan entender qué hacen, por qué lo hacen, notan en seguida o reaccionan muy mal al trato irrespetuoso y a los castigos, incluso cuando no es con ellas mismas. Suelen ser muy autoexigentes, con lo cual, más exigencias externas las sobrepasa, y si todo esto no se tiene en cuenta, son candidatas fáciles para el abandono del deporte. Si abandonan algo que se les da bien y que era su vida: ¿cuál es su lugar en el mundo? Y tenemos caldo de cultivo para la depresión.


Aún con esas barreras, trabajar con ellos en consulta es un placer, por sus razonamientos, por su manera original de responder a la terapia y las propuestas. Y si se sienten cómodos y ven la consulta útil, los resultados son muy positivos. Aunque ayudaría mucho que como sociedad tuviésemos más consciencia tanto de la vida emocional, las reacciones normales ante situaciones adversas, como la normalidad en estos jóvenes con Altas Capacidades. 


Cristina Silvente Troncoso
Psicóloga
Num. Col. 8573 (Col·legi Oficial de Psicòlegs de Catalunya, COPC).
Terapeuta EMDR

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